El tiempo humilde nos devora x con su hambre más primitivo de igual manera que lo haría el tiempo engreído/suertudo el avaro, el ceniciento el hado madrino... Otra oportunidad no, otro mundo tampoco, tal vez... otra excusa para continuar. Una más a la espera de tiempos mejores aún sin haber agotado el que llevamos en danza. Porque somos así de guapos/lindos, porque nos lo merecemos. -Sobre todo tú, ¡como una patada en la boca! Es que... cuesta abandonar el trono.