Las llanuras del deducir... x? se colaron por la alcantarilla de la duda. La ciudad de las ideas se amotinó con el verdugo del momento. Tus fuerzas se las fueron tragando buitres carroñeros de segundos mal puestos, vestidos de gala, cumplidos y coquetos. La visión objetiva se perdió en las cuencas de cristal genital y parpados maltrechos, en un alarde de querer filtrar sólo aquello que te daría por contento. -Como malabarista estúpido escurriéndote por tu féretro-.