A esa cotilla fulana

A esa cotilla fulana      x?
de tantas ganas frustrada
que encuentra en sus vecinos,
como presa del sadismo,
como fiel alimaña...
el más asqueroso de los consuelos,
el más ruin de los desvelos/
ser su espejo teatrero.

Su lengua lanceolada
se funde con sus ansias y añoranzas...
se tritura pisando telarañas,
se perfuma de mierdas enlatadas
de andar por charcas mundanas
...y resulta salpicada
sin dejar de ser una rata.

A esa monstruosa paridez
engendro del globo terrestre...
a esa prostituta en desidia
la quiero ver acurrucada,
mordiéndole a la madre naturaleza
en sus genitales mal olientes.

O tal vez... engarzada
en las muelas de un molino
rebobinándola como una lombriz,
picándola en cada risco.

O mejor... desnuda
de cualquier aforismo.
Simplemente
retorciéndole el pescuezo
donde la pille
-allí mismo-.





Alguna vez…

Alguna vez... estas ganas desgañitadas         xx
rebozarán tus entrañas profanas.

Alguna vez... estos golpes de timón
dejarán de navegar solo por mi corazón.

Alguna vez... estiraré el lánguido orbe
moliéndote en el aljibe que escondes.

Alguna vez... esa sinagoga nunca ungida
resbalará desde el friso de mi columna.

Alguna vez... segaré el aire de mi cúpula
dejando volar las palomas hacia tu cuna.

Alguna vez... tus castillos de naipes caerán
con las tropas venidas desde el más allá.

Alguna vez... seré un importante payaso
con las pestañas daré brea al fiel
de tanto desasosiego/de tanto desengaño.

Alguna vez... -me haré- largo tiempo
para calar a todos lo que se cruzaron jodiendo.

Alguna vez... quemaré mis naves/mis retratos,
mis adentros disecados en este dique de desechos.

Alguna vez... intentaré ser más amable
para que tomes y chupes del jugo que no sale.

Alguna vez... te saludaré con la cara de siempre,
clamaré a los cuatro vientos mi desbocada perfidia
de no tenerte nunca, ni con la más mínima brisa.

Entonces...
Querré ser un poeta de estafeta/
correos postales, de bragueta abierta.

Querré ser un artista de brillantes obras
...esas que no empezaste nunca/ni terminaste ¡tonta!

Querré ser un amante fiel a mi ética
y a tu razón “almidoná”/casi hipertensa...

Querré ser un soldado raso,
sin estrellas/capullos, ni arrebatos.

Así, cuando me mires... no tendrás guías ni atriles/
Te escurrirás engarzada entre mis reliquias mártires.