¿¡Dime sublime deseo xx+ qué pena poseo que no te tengo? ¿Dime si muero... por qué vivo y no me siento? Ya no puedo más de lo que pierdo y así me sincero... partido por el despecho, el frio llorar y el desconsuelo. Y si engañado me desatino, ya marcho; hoy mi todo es fin, grito, ...ya por poco me tengo.