Encantador muñeco de trapo, x? podrido te rompí... Tus manos se transformaron en botón de mil ojales navegando sobre palacios de rubí. Y hoy te balanceas en las cuerdas de tu adiós/ suspendida en el hall de mi jardín. P.D. Nada es más decepcionante que una promesa rota, descosida... -sin motivos aparentes- que te asfixia/estrangula con sus recetas/certezas imaginarias o reales -mientras lo intentas-/ o cuando llegas a entenderlo. Lo que se arregla... -de alguna manera- ya no es igual a lo que se rompió. Nada vuelve a ser lo mismo y menos... cuanto más te empleas/empeñas.