Los astros en los que yaces xx?
con los que ahora estás mirando el cielo...
ya te tenían inscrito/calculado de antemano
antes de que nacieras.
Y se aburren de ti, -por tanta desidia-.
-¡Estoy seguro, no hace ninguna falta que me lo digan!
Necesitamos una nueva explosión: -Bing Bang-.
-Lo veo claro, pero no generalices...
Esto tiene todos los números del sorteo
para que suceda...¡Incluso ya!, ahora mismo.
Mientras termino de escribir esto.
Y menos mal...
porque ya no me queda, a penas -nada-
ni tiempo/cuartos ninguno.
Me siento como un disco rayado
al que le falta sólo el empujón final
para que termine su tormento... -chirrido-.
¿Dime cuánto falta?
¿A qué longitud/latitud bordeo con mi nave el óbito/
la parca?
¿Cómo salir de allí desde aquí, impoluto
cuando vayas a venir/ y hacerlo?
No me digas que le rece a Santa Ana
-la de la buena muerte y poca cama-
porque de rezos ya estoy atiborrado.
-Genuino sollozo el tuyo.../ siempre igual-.
Eres mi bebé llorón favorito.
Le voy a poner un poco de anís/
"Conium maculatum" al chupete
verás como descansas...
¿Sabes qué...? ¡qué te follen!
-¡Buenooo!
Veo que aún te quedan energías, -parece que andas sobrado-,
¡vas sobre ruedas amigo...
¡Sí!, dándole con las manos.
Etiqueta: empujón
«Conócete a ti mismo»
Frases muleta en las que se apoyan/elige la gente/ las mentes de-caídas... γνῶθι σεαυτόν "Conócete a ti mismo" Estaba inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos. El aforismo también ha sido atribuido a distintos pensadores clásicos. Parece ser que lo único que pretendía era recordarles a los atletas que midieran/calculasen bien sus fuerzas. En cuanto a su sentido filosófico del autoconocimiento... Variación/cover/pregunta...// No, conocerte a ti mismo es imposible por lo cambiante del ambiente, su ritmo frenético y lo voluble de las cosas. Conducirnos así no nos lleva a ninguna parte, tanto a los actores/espectadores de esta tu obra del ser, como los que te rodean. No perdamos de esa manera tan absurda el tiempo, mejor emplearlo en cosas menos complejas/ comprometidas, menos banales. Como qué comprar para hacer la comida de hoy, qué lecturas tenemos a mano o con quién salgo luego... Mientras nos vamos desenvolviendo/desempolvando devanando del regalo que es la vida intentar molestar lo menos posible con nuestra ya educada y maltrecha ingeniería de la ignorancia que persigue/ persiste en saber de todo lo que sea. Recuerda que sólo necesitamos lo justo, el resto es para ir tirando/echando más carga al carro sin que lleguemos a percibir el peso de su lastre viciados por la inercia/lencería de antaño del primer golpe/empujón que nos dieron -palo en el culo...- La matrona. luciodata