Cada caricia…

Cada caricia... 
es como una descarga eléctrica/eclética;          xx+  
                    -y no se lo digas a nadie-.

Tú no piensas en ti como yo...
    En mi alojamiento hago del tuyo pincel.
-¡Ay si no fuera así.../ y fuera cierto!

Donde nunca se estuvo hay un sitio reservado para los dos.
-¿Me quedo otro rato...?
¡Sí!

Sin éxito.../ existo en la pasión que responde 
a lo que nunca probaste
                              ni gozaste 
quizás atrapada en la presunción/ -reo de un supuesto-
sin que saliéramos nunca de la habitación
de nuestro pensamiento...

Y nos tumbamos juntos a masturbarnos 
                         como en un sueño de amor/ 
                                   -en cueros vivos...-
    ante el reflejo de la escarcha cayendo/
    sal negra del reloj de nuestra imaginación.

Esa torpe palabra/
propuesta mía 
a la oreja te esponja/aguza/azuza... 
                                     -lo sé-
como gato asustado que huye hacia atrás.
Quién sabe hasta dónde...?!...

Tu cuerpo es un paladar de azúcares y/azucenas 
                  que han oído con la lengua de mi voz.
          -Tendré que escuchar/leerlo otra vez, 
                                         porque yo...¿?



Ser alimento

Ser alimento del Universo/    xx?
          paso, creencia, arcilla, sombra pequeña
         con el sol en todo lo alto.
Y sentir el dolor de las cosas como si fuera tuyo
como si fueras cosa...

El pensamiento también sufre
aunque de manera abstracta, de materia distinta...
Su carne/carga eléctrica... contagia a todas las células
y las castiga como si fueran sus esclavas
y él su señor.../pastor
con la honda del rey David de Miguel Ángel,
                            -su perro de ganado...-

Somos corriente, imagen magnética cristalizada
transformada/transmitida en/por organismos que mutan.
Leprosos que se decapan, se mutilan
         con las conchas del mar/mal...
Con la muerte esperando, pisándole los talones
le echan los trozos arrancados de su cuerpo
                          para que se entretenga
                    y no les devore todavía, a ellos...

El carro cruje, el conductor se balancea mientras la nave
sigue el curso del río ínfimo de la edad/sed 
                hacia el agujero/-hoyo de lo inerte...-

Podría haber sido peor, no lo sé...¿?
pero hoy voy como un pájaro abatido 
                       cayendo/
con la hélice del aparato empotrada en el cráneo 
en picado, en barrena...
Y no tengo ni la menor idea de cuanto pueda durar/tardar
                                -en acabar todo esto-.