Hay días que hacen más días,

Hay días que hacen más días,          x+
horas que ruedan como norias
y segundos que se cuecen a presión
guisado en caldos sin ollas.

Hay ratos que hacen más ratos,
momentos que escuecen sin gloria
e instantes royendo jubilosos
el claustro que los deforma.

¡Ay, cuántos hay!
Mesura que no cesa,
granel destartalado,
abanico que te corteja.


P.D.

Somos matadores del tiempo...
Una gota minúscula/
lágrima del dolor de Dios 
que también se pregunta el porqué 
de todo esto.

Morir no hay que entenderlo
como un castigo... 
es una necesidad de la naturaleza
-pero que nos iguale la muerte 
no significa merecerla-.

Nunca sabremos 
a qué cuento ha venido todo esto.
Y eso es lo más desconcertante...
-no saber
lo que se oculta detrás de la vida-.