Por donde te busco... me encuentro xx y revuelto entre ropas antiguas de cuerpos nuevos me atornillo en tu desdeño. Afilo la espada certera de mis ganas, haciendo jirones con las horas que te espero. El péndulo y las agujas se clavan en mi pecho, una me saca el corazón, la otra los sesos. Quiero tragarte con la saliva atrasada de cada día que te pierdo... morderte los labios más tiernos debajo de la mesa, en el brasero del infierno. Aunque todas las estrellas del firmamento me hubieran dicho lo mucho que te quiero/deseo, aun así, dudaría de que fuera cierto. Y más aún, no habría naves en el Universo para embarcar un solo polizón de este tormento. Porque sólo soy... un gladiador de chocolatinas de colegio, minusválido compulsivo, majestuoso engendro, espina dorsal de cactus seco. Nunca me encontraré contigo en el cielo. Me perdí mucho antes de estar despierto.