¡Ay, tú… hoy/

¡Ay, tú... hoy        xx
ya casi ayer/ -pasado-.
No te preocupes ni desanimes... 
sigo aquí contigo.
Incluso después de ti/
ante el asesinato de
/por uno de los tuyos.../ -sobre mí-.

¡¿Qué sucederá...?, ¿nos volveremos a ver?
Y entonces ya no tendrás clemencia/
ni compasión/compromiso alguno conmigo... 
a que sí?!

Quedaré en suspenso/ 
como lo serás tú/por ti después
...en lo que fuiste.
-¡A mí esto se me está quedando pequeño!, 
¡Corta ya...!

La nada de tu existencia pendiente
es mi muerte diaria...
Lo que hacemos hoy es el mañana del pasado.
-¡Ufffff... y dale...! 
Ni que tuvieras un reloj en el pecho/corazón!