Cautivo en los módulos del tren x viajo con las imágenes dobladas. Cautivo de condiciones adjetivas que se encasquillan en las horas pasadas. Alguna vez estiraré los muelles de alambre, donde rebota este delinquir trashumante. Alguna vez, con zarzas trepadoras, enredaré este diploma de Sodoma y "Modorra". Entonces, templarán su pulso todas las miradas, rondaran esquivos los efímeros cupidos con sus flechas flácidas por no tener tino. Habitarán los sabios consejos en el tálamo de este antigravitatorio desconsuelo y mudarán la piel y la carne con escofinas de hambre y cielo. Claro está, necesitaré alguna ayudita, unas pelas extraterrestres de cepillos de iglesia para material epistolar y expenduría de textos. A vuestra disposición eternamente, espero... ¡Ah! Si creen en este raposo siervo les agradecería un rollico de papel seco para después de defecar en todos los portales del bananero intelecto. ¡Chao!...