Por una noche

Por una noche que sentí frío,     x
creé el invierno.
Por una racha de alegrías,
el cielo.

Qué cianuro cortejo
en el templo donde ahora rezo.
Punto de encuentro
entre mi alma y mi pecho.

P.D.
El cuerpo sataniza las ideas
el corazón se hunde en la carne
la vida navega sin rumbo
en un mar de penas...

El desasosiego es el fiel de la balanza
una lanza/espada que nos atraviesa
de un lado a otro hasta matarnos.

Somos la sangre divina derramada/
desterrada de un espíritu
en el cáliz de la esperanza.
Una mancha en el templo que envenena
mientras amándolo se sacrifica.

Nunca nada dio para tan poco.
Morir, vivir... y la semilla/
todos en el mismo lecho de muerte
rezando por una salvación
como excusa de vida...

Somos una vez más la risa/
esperpento de las estrellas;
los comediantes del Universo,
las brujas de la noche más oscura
en su legado-letargo cautivos/
Un cacho del ridículo e inóspito silencio
de la soledad promiscua prometida...

Viajamos en la estela de un cometa
trazando un borrón en el cielo
de su eternidad incomprensible/inconclusa 
dando vueltas... 
como el aro en la cintura de un zagal
en el patio del colegio.

-Alguna vez sabremos el verdadero alcance
de la dimensión de nuestra mentira-.






Nave subceleste…

Nave subceleste...         xx
zumbido de rezos.
Nido de crisálida,
cascabel de terciopelo.
Maderas de pino,
con púas de acero.

Eres un capullo...
esmaltado de marrón 
o en negro
con el crucifijo de oro
clavado a tu pecho.

Hoy tu brillo se yergue
altivo en el entierro.
Eres la estrella...
único guía del cortejo.

Pero pronto capuzarás
en el mar de los muertos
cociéndote en el suelo...
ese amigo que ayer
te dio su alimento.