¿Quién cuidará de mí cuando yo no esté? xx+
¿Mi fantasma, tal vez...?
¡Qué angustia!
Complots, costa/casa de artilugios.
A cada muerte la entierra su muerto...
-la tumba su último albergue-
El pino te recordará de tus paseos por el monte
cuando te lleve dentro/ transformado en caja.
El pozo, su piel/pared
escuchará tu silencio.
El espejo de la luna -escondido entre las nubes- huirá
de tus sueños convertidos en hombre lobo...
ni el sol
ni un chasquido..
y te preguntarás por qué?
Mira...
la eternidad nos lleva en su seno/pecho,
como a una lagartija la luz le atrae y le ayuda a cazar,
como a una prometida su anillo... al altar.
No te quepa la menor
ni más pequeña duda
-porque todos estamos en lista...
incluso antes de que el destino lance los dados-
Te aguarda si... a ti/ y a todos,
convencida por la promesa que le hiciste al nacer
mientras llorabas berreando arrepentido, -y
querías volver al vientre de mamá-.
Vivir fuera era empezar a morir,
ahora lo sabes/ la llevas implícita...
-Te confío/confino a mi otro yo... que quiere escapar
también.
¿Lo quieres?
¡No!
Ya tengo bastante...
Viniste cerca del ti que conozco
pero regresaste olvidado del juego/
fuego graneado al que estamos sometidos.
Y en serio... huir solo, de uno...
Estar herido de por vida/ sabiendo que desaparecerás
para no volver
es algo que no entenderé nunca.
¿Para que hemos venido... Señor?
¡Ves como esto es una metía/sarta de mentiras?
-Diminuto caracol en el cáliz de la flor de manzanilla.
La jaula no es nada sin la sombra de la lombriz
en el pico del pájaro.
Como al principio de los tiempos
el amor de Dios y su despiste nos convierte en sus cómplices.
¡Ah! ¡Qué bien!
Los suyos también son preciosos...
-No, no lo has entendido. Ufff
Alguna vez tus ojos se darán la vuelta/
y mirarán para dentro.
Etiqueta: cómplices
La verdad sin rodeos…
La verdad sin rodeos... tapujos, ni sermones xx+
se ha adueñado/Se inventa un óvulo
para fecundarlo.
-Es el mismo cuento de siempre...
¡Vale, sigue! Por mí no te cortes/
Gracias.
Y ya puestos a observar/divaguemos...
¡Si es que aún nos queda/hay algo de tiempo!
¡Deduzcamos pues!
¿Somos desperdicio inútil/prepucio, labio
llano y simple del pene/-vagina del cosmos-
chulos de la nada, proxenetas...?
¿¡Por qué vivimos de las sobras/a la sombra de otros!?
¿Porque lo hemos heredado,
porque lo hemos encontrado así¿?
Somos extraños/extranjeros para todo siempre...
Y cómplices/compinches
en este complicado compás de espera/
Alforjas de penitencia, -anécdotas irresolubles-
doctrinas con las que vivimos, víctimas,
condenados mucho antes de nacer.
¿Se trata o no de una ayuda indebida/innecesaria,
o de un castigo...?
No bastaría entonces con nuestra leal y fiel mirada.
Con nuestra compleja armonía etérea
que subyace desde el interior de la materia
y en oclusión/
eclosión de su combustión
hace posible esta aventura única.
-¡Jesús, María y José!
Hazme sitio en la sacristía/confesionario que voy...
No,
que lo tenemos todo lleno/ al completo,
debes -para otra vez- pedir cita.