Me escribo x para después de unos instantes, de un tiempo o de unos años leerme. Sé que no obtendré correspondencia alguna, pues no conozco a nadie con esas señas. Ya sabes que no me carteo con extraños y menos con alguien que tiene la osadía/cobardía la poca delicadeza... de dirigirse a mí en esos términos. Me resulta tan ajeno/ diáfano todo esto... Como esas fechorías insensatas irreconocibles/irreconciliables, esas que nunca se confiesan que no se asumirán por las buenas; esas que no aparecen/perecen ni tienen fe de vida... Acaso cuando llegue a conocerme y entenderlo, de rebote o por casualidad me mande un sobre hueco/vacío con el franqueo pagado. Para recordar esa etapa del misterio en la que continuamente me daba de morros/caía/cedía de bruces contra todo en el suelo.