Ave María

Ave María Purísima/César           xx? 
los que van a morir te saludan...

Llena eres de gracia y entre todos los días 
me gusta especialmente el domingo por la mañana; 
-...por si se te ocurre 
y me sorprendes con algún detalle-.

Que sepas que, ni yo distingo cuál de mis hormigas 
es la favorita/   -clon gemelo...-
Y no te equivoques cariño
       ciega astrología/rito unitivo/
                 antropófago del desierto.

Te doy pistas:
Mi elegida va siempre mirando/fisgando 
con el rabillo del ojo 
      alargándolo hasta las patas de gallo 
      de su pobre tiranosaurio rex/-objetivo del deseo...-

Presumible-mente tu la veas mustia, mística, ecléctica
itinerante/
incesante en su latido de observación/pesquisas 
               y premisas reconocibles preconcebidas...
-¿Vació el cargador...? 
¡No!, gracias.

Siempre habrá un después cautivo con aurora boreal incluida...
y en su liviana paz abriremos absortos, 
bajo nuestros cuerpos...
la voz callada del misterio de la carne que echa a volar. 
-Entonces seguro que nos comprendemos... 
¿es algo de sexo...no?
Entendámonos con o sin él/si así lo prefieres 
o gustas...

Vamos a ver... qué soy yo/ el de antes... ¿Te acuerdas?
El que no se hizo cargo en aquel tramo de la travesía/
el insustituible,
el que nunca apunta ni dispara a matar.
-¡Imperdonable!

Unas veces se gana otras se pierde... 
-Le dije, a mi otro y@ 
                                    después de aquello...
Ya sé que no soy/ni tú, un modelo a seguir.
-Bueno, ¿no sé? 
Ni su duda me sedujo...

Una vez, muy/pero que muy cabreado...
azoté, flagelé el reverso de su entrepierna con mi látigo 
               esperando desprenderme en ella, su unidad 
               en mitad del abismo de lo que callé, 
lleno del odio/resentimiento que fluía 
de la fuente inagotable de mi impotente paciencia.
-No sé a qué puta cosa te refieres ahora...

Porque siempre me tenía en celo/llevaba en volandas.
Y me susurraba al oído series de cosas/
casas, pajas mentales/paisajes,
nenúfares en flor oliendo a semen/conos extravagantes/
                              algas, escoba de bruja
muleta/amuletos de lujuria; tales como...

Seguro que te gusta lo que te voy a hacer, 
               en cuanto te pille desnudo...
No estoy casada/cansada aún sin tu antídoto, delirio lúdico.
                 Me gustan tus silencios de por ahí abajo...
La reina está algo delgada, se ve que no duerme bien.
Las larvas son algo asquerosas así de arrugada.
A la salud de la intemperie le gustas, que lo sepas...
Me tiemblan las piernas con la imagen 
que me voy haciendo tuya/-de ti dentro...-

El barco de barro del interior de mi cabeza/cueva,
zozobraba, 
se iba derritiendo y se veía/sentía hundir 
                       de un momento a otro.
     Este clima/movimiento suyo, me esta matando
poniendo a cien, cachondo/volviendo tarumba...

Llámame/mándame un aviso cuando vayas a venir
o te pongas en camino... -Me decía siempre. 
                  Su polvo/el polvo que tú sabes
siempre lo tengo presente/necesitada de su luz.
-¡Pero si estábamos en el ajo...!- 
¿A qué enfilaba?
De todas las maneras, si me buscas/agita la campanilla
                     asegúrate de que estoy a punto...
No me creas cuando te diga que fuera no hay nadie
o que no ha pasado ni pasa nada...

Y un montón de cosas más, de este tipo/
-más o menos-.
Por eso te saludo y te mando recuerdos/recado para ella
    y de todos los que conmigo asistieron a la revuelta
en la fiesta de la calabaza de Halloween, 
Eres mi velada predilecta/mi amiga imaginaria 
                              imposible de renunciar...

Porque eres mi ídolo; Fin de Semana/-te quiero- 
viernes, sábado noche... y hasta el domingo ese de antes...
-Si, y el de mucha gente... /no te jode... 
te crees que eres el único.
¿Te apetece una copa?
-No, ¿y a qué viene eso...? si sabes que soy neutro.
¿Como el suavizante?
-Más.



 

Bebo de tu imagen

Bebo de tu imagen              x
conforme mana de mi memoria.       
Un anillo en el colmillo del lobo del miedo
con un contrato social vira por la fuerza del viento
convirtiendo en ventilador a la veleta pez
que se hace vela y nos empuja al arbitrio
de un echarlo a suertes...
La luna como un borrador de nata ha abierto un pozo
en el pecho de la noche...
Un rodillo trazador de sastre recorre el patron del dibujo
que alguien sugirió y que las estrellas están hartas/cansadas
de tanto latir en medio de tu nada.
No dan abasto ante la profundidad insaciable
de la oscura negrez de lo sin luz.

Inerte piel entre miles de diminutos cálices de eucalipto
con la tapa del copón/casco árabe
como una púa genuina a la descalza ambición
de dejar marcada la naturaleza porque tú has pasado/posado ahí
con una foto de almanaque relámpago...
Una mancha de galipote en el talón tizna la chancla.
Una trenza de soga de cabellera abundante recoge
como una tripa de intestino grueso el barreño de los juguetes.
Un tendedero lleno de gotitas
como un cable de golondrinas de cristal puestas del revés...
Una pinza amarilla olvidada, un niño con el tirachinas
tenso, una inercia que nos conduce a temer lo peor.
La calabaza de tú termómetro ha derramado una gota de mercurio
sobre el cristal de la nieve haciendo un pozo vertical 
que mina hasta la base de su tronco/cuerpo 
como la sangre del Octavo Pasajero...

Una hormiga se ha adentrado por el laberinto
del esqueleto abandonado de un caracol macho
adosado a la pared de cal fallecido 
desde que se escondió al pleno sol desde el balcón 
de nuestras miradas...

Su escultura/túneles de nácar albergan el contorno/ 
moldes del cuerpo que debíamos haber tenido,
del mismo tamaño al que abandonó en vida...
Una babosa se restriega con el tronco
que lame su caldo viscoso ante el inmutable ajeno ya.

Te imaginas la boca con cierre de velcro, cremallera,
cosida con hilo palomar, sin poder articular palabra alguna,
ni poder estropearlo todo.
Una serpiente con escamas de escarcha
corre veloz por el cauce de la voz que no se acaba...
El poso que enturbia el agua ya ha ocupado su lugar.
Condones llenos de no vida se secan 
en la orilla de la carretera.
La cresta de gallo flácida desajustando/
destartalando el canto de la mañana...
Una cabellera de lombrices rojas o de algas/
pelos verdes mecidas en el fondo del estanque
al compás de la corriente de las aletas de los peces de colores
mientras renacuajos ocultos son devorados por la araña buzo
que sabe de su escondite.

El amanecer incendia la casa
con el reflejo brillante del cristal de la ventana.
Un arco de sables en columna se clavan en su interior...
El botón pausa de la noche no significa nada,
la grabadora sigue a lo suyo.
El postre/disparo es el último camino. 
El final a todo.
-Y no volver sin haberte despedido... ¡qué valor...!