Heráldicas aldabas zurcen

Heráldicas aldabas zurcen         x+
el trillar de las bayonetas
en un sostén de dócil masticar
difuminando las imágenes 
sin romperlas.

Son deleites de carne/
ébano rabioso,
que erizan mis prismas
eclipsándome a lo bonzo.

Ajuar rampante/
granel copioso.
Clarines barítonos
de capiteles gloriosos...
Toda una conjunción
de ramilletes fogosos.
Hornada sanguínea
entre discordantes amorfos.

¡Menudo patíbulo de placer/
inseminador de mozos!
Fiebre de náufrago al amanecer,
sed de beato gozoso.

Quiero degollarme a tus pies,
buzón pendenciero de locos,
muriendo lento/
borracho de sed...
esa que me brindan tus ojos.





No se trata de romper

No se trata de romper camisas usadas,          x?
ni de tragarse el aliento de un borracho,
ni cobijarte en la cosecha que sembró tu hermano...

Ahora se trata de hacer eterno el canto.
¡Si! Ese canto... estrechado al paso
cuando todos andan y te haces a un lado.

Hoy es el día de paso firme, de cadete
sobrio e inmaculado, bien calculado, solemne/
estridente o de sopetón, 
pero que te viene a resurgir y restablece...

Hoy sonará la flauta en tu mochila,
te quitarás el abrazo que hilvana tu costillar 
                             al hueso del pecho 
...en el pegajoso incesto
de meterle mano al corazón, sin ninguna corrida.

Hoy dejarás de alimentar el hambre
del mecánico mundo que te secuestra
y te lleva al cajón desastre de su sinfonía.

Hoy es el momento de coger tu yo
sin más tortura que la de ser normal
un cobarde fenomenal, con familia...
y muchas púas que clavar.

¡Espera!
No te inmoles todavía
esto parece una  broma...
Sólo se trata de algún gracioso, 
que quiere medir tus fuerzas.

P.D.
"Las cadenas que nos atan
son las mismas que nos liberan".






Creo que estoy muerto…

Creo que estoy muerto...           xx?       
desfallecido en mí/ en la tela de araña.
Cascara hueca de seso, la nuez, la calavera y yo.

Noto como si algo se hubiera adueñado 
                de todo lo que hasta ahora soy...
¿Serán los gusanos que me devoran por dentro?

¡Oh Dios/Jesús de Nazaret!, 
          ¿por qué me has abandonado? 
¡Ten misericordia de este pobre pecador/
                           pescador del mal... -como Tú-!

[Inciso: hablo pero no soy yo/ni es otro el que escucha...]
Cabalgamos en el racimo de la explosión/
a lomos del Universo,
-palma y envés de la mismísima Trinidad/
                                       mano del tiempo-.
Y en nuestra mente, la oscuridad más absoluta del cosmos
tras los párpados/pétalos del corazón 
llenos de estrellas/
fuegos artificiales nada más cerrarlos/-sin olvidar...-
Sin ninguna posibilidad de que encuentren la luz/
ni la salida, 
como un rey Minos torpe y tramposo
en su laberinto de castigos...

En este coleccionable de caricaturas, 
-aptitud de hombre mediano- 
hay un montón de cromos/"estampitas repes" que nadie 
nos va/ni puede cambiar hasta completar el álbum
aunque sigas comprando, 
                               -que tampoco...-

Ahora Señor, tus lágrimas se han secado
se hacen eco en el polvo del camino 
              a los pies de lo primero que nos pasa... 
              Siempre serán un peto/
              feto envainado en el barro original 
              con el que jugaste para hacer muñequitos...
Hijos del fruto de una piedra mayor en su desprendimiento 
otra vez llorando/cargado por nuestra culpa 
con el árbol de la angustia de todo el sufrimiento del mundo 
tallado en forma de cruz.
-Gran parte de lo que hacemos al final se torna 
en nuestra contra...-

He vuelto.
-Toma un trago, ven y relájate. ¿Necesitas ayuda?
Cuéntame, ¿cómo te fue la vida al otro lado?
¿Viste la luz...?

Si te digo...
que no pude abrir los ojos de fuerte que era.
Mi Padre ha puesto focos/alambradas de concertina
                         y cámaras de seguridad 
                        por todo el perímetro de cielo.

-Yo diría, -más bien- que estabas tirado, borracho 
        delante del camión de la basura de tu cerebro 
                 después de la Última Cena. 

Y tú... veo que sigues igual, tan necio/vacío,
con ese lavado de cabeza -como al principio del poema...-
-Soy lo que me digas que sea
y tú lo sabes... cari¡?

No, no... no te confundas chaval. No te refugies en eso
para sentirte/sentarte cómoda-mente 
a esperar el Juicio
igual se suspende por falta de pruebas... 
o malversación de caudales públicos.

Recuerda... 
que cada uno debe elegir su ración/cuota de vida
en la porción/proporción equivalente de su muerte.
                         Aunque yo sólo fuera un "mandao", 
       -todos somos responsable de nuestro destino/futuro-.

-Ya, siempre y cuando se pueda elegir... no?



Sufrir/dormir…

Sufrir/dormir... ¿Qué más da?        xxx+
Estar siempre delante de uno
           -eso sí que es triste-.

Que fácil sería dejarse conquistar
                  presa del sueño
       y cerrando los ojos abatido
   ceder a la presión de las cosas...
Quién puede saber   con/en cada viaje
cual es su destino final,
                         y si lo busca
         encontrarlo igual que imaginó.

Irte, volver...
volverte a ir/ o para no volver.
Partir casi sin quererlo, porque sí...               
      cada vez más lejos más a menudo.               
Sin horizonte, sin red/sin cielo ni fronteras
...y tardando un segundo menos en reconciliarte
                 hacerte eco de una conciencia.     
Soñar 
desprovisto de alas... embriagado/ medio borracho
                    por los confines del universo.

¡Qué felicidad tan intensa/inmensa!
¡Qué paz tan infinita y maravillosa...!
          Errante, sin fuerza alguna
          por los páramos del instinto/intelecto/
intestinos del caos que se expande atravesándonos.
          Vagabundo... perdiéndote en caída libre
hacia el vacío aventurero/amodorrado  
-sin apreciar ser cuerpo de nada-.

Irte... volver una y otra vez.                                  
Y así cuantas veces sean necesarias.             
Salir de ti/de tu vida, de tu conocimiento/
                           -ente en soledad-
         con la lentitud/cadencia dúctil
                     de un suspiro de fe.
   Y sucumbir en su profundo plácido letargo/
             latido coherente contigo mismo.  
   Olvidado/
   olvidándote del olvido que te busca necesario
   y quién sabe si también para lo que nunca pasó
               o el nunca jamás de lo ocurrido...

Irte/ y volver
       sin más problemas que el mismo cansancio
    de la penúltima vez que te aguarde/persigas/         
                        lo encuentres/aguantes...
Y adivinar/ -trazar conjeturas con los dedos-
en el cristal empañado/empeñado/                
preñado del pensamiento.
Apisonadora que te pasa por encima
que te plancha sacándote las tripas/-sesos fuera-
esparcidos por el pavimento 
friéndose abrasados
por el sol y el alquitrán de la perra experiencia.
Esos días malgastados/mal olientes desmenuzándote 
                      como pasto/ratas del diablo.

Irte, volver
         volverte a ir.
Frente a frente... ante la ilusión perdurable
            -quemada/podrida ya nuestra suerte-
    al fin muertos de/entre todo lo que existió.          
    Envueltos en maderas de pino/púas/penas
     regalo de/a la tierra por su traición.
     Y echar en falta quizá  -como motor-
          lo que no tuvimos ni conocemos aún. 

Ir, volver...
¿¡Pero qué es esto!?
            ¿De qué se trata!?  
¿Dónde voy...?, ¿de qué vuelvo?

Nada/todo, yo...         el mundo/
Y mis particulares ojos detrás de la ventanilla,
al otro lado  sentado/echado en/hacia su hombro
             inane/estéril/descarnado/invisible,
empujado por la inercia de lo inconsolable/
inconcebible.

Sigo/ espero... sueño conmigo dentro
en el escándalo/cámara/intervalo de pasiones
                -una y cien mil veces harto-.
    
Y yo, otra vez yo...    delante mía.
¿¡Qué hago aquí!
 ¿Qué soy...!!?      
Me persigo/persino en su reverso y me venero
me veo raro, muy raro            
                          -como a un extraño-.
Igual que una batería de fotos/cruz/soga/trofeo...
      relicario al cuello de un ahogado/ahorcado.

Es difícil mirar, abrir los ojos
         y ver siempre al mismo!
Y así: yo, la vida...           uno.
¡Estoy/sigo... espero!

Irte, volver...                                   
                    ¿A qué/de qué!?
¿Y qué me importa ya...?
Si no soy más que nada.       La nada
del antes de mi concepción ya gastado
              -un asco de lo no nacido-.         
Acaso...
un cacho/reducto minúsculo de espacio/tiempo
                  escupitajo echado a perder.
       Y pareciéndome verdad entre todo ello
                      -un engaño más...-

No, nada...                 soy nada.
Nada sobre la nada más inmunda y miserable
que se haya gestado jamás.
        ¡Menos que nada...                            
         maldita y bienaventurada nada.
Y aun así, late mi corazón y lloran mis ojos       
cuando me siento tan vil/inútil.
Y aprieto los dientes, los puños
        y me tiro de rodillas al suelo                    
                      ante ti.../mi yo.
-El que fuimos, el que nunca será-
 Y te odio igual que ayer te quise sin saberlo
 y no me siento libre de ninguno de los dos.
                                          
                                   Y espero...
¡Tengo sueño.../ mucho sueño.

-Rezaré por ti... colega.