Suda el sexo sus pesares, x? muere gozosa la vigilia... en dos salvas de broma, en dos “hartás” de mentiras. -Quisiera renunciar a ser hombre-. “La maté porque era mía”. Estaba yo, con las tripas revueltas, badajo “ahogao”, en agonía. Sobre la celosía de melaza, pandereta en mano blandía. Hervía en sazón adobado por las brisas salinas aliñando en ardores blusón embutido en puro macho cabrío. Y de pronto... sentí un vacío, el que te quita la savia y te saca de quicio, el que te grapa los morros al entresijo/ el que te acuna la chicharra en el matorralico. Ahora el cuerpo descosido de bramidos, se cobija en tres cuartos de ñora, ...en el alborotado rescoldo de su nido de avispas. Tu flagelada magnolia todavía “hinchá”/medio dormida... pide indulto a la autoridad, y te dan opción a otra corrida, allá por navidad, cuando se olviden de la vista. -Demasiados fallos... -en ese aparato tuyo- ¡Eso digo yo!
