Como deslumbrado, x casi ensimismado y cabizbajo, no sostengo, sólo aplasto. No contraigo, sólo estiro el vago de algo. No lloro, ni halago, sólo formo nuevos ramajes para mi árbol. Porque hoy veo pelechar hasta los granos de asfalto cubiertos de cieno y barro, que como dientes ocultos/ bien afilados aguardan en tu interior para asfixiarte con su abrazo. Es el perpetuo engendro mundano ese hombre cargado de fardos de espanto, que orea la hiedra seca de sus anhelos inacabados. P.D. Mirar y no ver. Sentir sin estar/ni ser. Ver o no ves? Y otra vez vueltos al castigo de nuestro amo.../muro. Todo lo que nos rodea compite en darnos caza. Todo cuanto existe nos habita y/ vive dentro. Lo que tanto queremos nos tortura... -ardiendo juntos a lo bonzo-. Lo que deseamos de corazón nos mata con El caballo de Troya de la esperanza... Nuestro fin es una carrera interminable llena de obstáculos. La vida lucha consigo misma porque no entiende nada... Las heridas son sangrias necesarias para renovar y/reconocerse en/por el esfuerzo. El que sigue entero/vivo aún después de la batalla... ya nunca morirá. Sólo el que cree en él y sueña con la victoria encontrará la paz eterna. -¡Plof! Y se durmió... un ratito más/-.
