Cuando te sujeto en el papel x+ a la espera de darme por contento... sacuden sus polvos los harapientos tachando con su nublada faz hasta el último de mis alicatados engendros. Fundiendo la tinta en el blanco paño se ciega cada cuadrícula con lodo de espanto para secarse al calor del sol esos tus ojos gratos, tan firmes... que, con solo un vistazo, se lanzan a llenar mi vacío en su ígneo regazo.