Escribí una vez en mi piel xx- las iniciales de tu nombre con la punta de acero de un bolígrafo girándolo... Corté bajorrelieves en porciones con círculos minúsculos hasta que brotó la sangre seguro del daño que me hacía equivalente al gozo que sentía por ti. Pasado algún tiempo intenté borrar la marca en alguna ocasión, sobre todo cuando discutíamos o aparecía otra chica en el panorama. La primera vez lo hice con la cabeza de una cerilla ardiendo. Su cúpula opaca marcó un soberbio cerco más amplio de lo esperado... En carne viva su interior se lleno de "agüilla" que al secar niveló lo escrito pacientemente hasta quedar fundido como un parche/vacuna en la corteza de su costra/-su otra media naranja. Más adelante hice algún que otro retoque justo ahí/o al lado conforme se me iba calentando el corazón... Uno fue con la brasa de un cigarro generando un cráter. Otro con la cuchilla de afeitar rallándolo. O con insistentes restregones por los zócalos de alguna pared. Para estos últimos escarceos creo que ya no estabas... Es posible que a esas alturas de la contienda ya hubieras partido/desaparecido. Cuando miro la cicatriz de mi muñeca compruebo que todo ese empeño por cambiar lo pasado fue en vano. Que no sirvió para nada... porque sé lo que esconde.