Cuando se rompen las palabras x en las caras vecinas... con esa idea que cuesta la mitad de dos la dicha. Cuando adquieren volumen en el reposado estuche, batido a golpes de legón en su cuna vírgenes... Cuando se aviva la flama con el soplete en la garganta, chamuscando la fina piel de sapo donde yacen tus agallas. Entonces... Emergen fumarolas de ardor tabicando el retrete de tus ansias, con la bomba atómica colgada de tu cuello quijote panza. Ya tu voz, es un mendrugo, puro galipote en la arena de cualquier playa, donde no hay ni Dios que rece por ti. P.D. El que mejor puede hacer algo es el propietario de la idea. Es el único capaz de ajustar el acto, acción y tiempo sin posibilidad de error. -Es suya... y hace con ella lo que quiere-.
Categoría: Restos III
Sabuesos de luto obstinado
Sabuesos de luto obstinado x? brillan como yugos en el plenilunio, ahuyentando al lucero silvestre con sólo uno de sus aullidos. Sus destellos son bocinas sin eco ni gravidez, colgados de las cruces de su talle, fermento noble de tez. Cinturones de algas danzan con júbilo anillando la lámpara trémula del mar en un intento de socavar el vaho tímido que hace trizas la cúpula delicada del amanecer. Ávida se fuga la luna, dejando naufragar la espesa melena de volutas y cuajando cada vértice en la harina de la brisa. Evoca sutil su marcha como pasto milagroso de vaso en viruta. Así, el buzo del ocaso se exprime en este duelo suicida y, entre escombros de rocío y arena, el alambre volátil de su caracola asfixia en la espiral su tumbo en el renacer del día.