Hablas…

Hablas... como si no oyeras.     x+
Te sellas como el caracol
en el hueco de la pared/
al tronco seco de nuestro árbol...

Nivelas con la orilla de la mano
lo dicho/-echado sobre el mantel-
recogiendo/amontonándolo todo
para tirarlo a la bolsa de los desperdicios.
Embotándose con la piel arrastrada 
de lo callado -en el silencio-
patinando sin poder ahondar más...

Astillas de una voz ausente 
que me clavan como a un Cristo/
Que te agarran entre sus uñas de plata
-bien afiladas- 
mientras te suben/empotran al madero
para que no escapes...
Señales demasiado confusas a ambos lados 
del camino del sacrificio
haciendo larga/tortuosa 
el regreso... 
-nuestra vuelta a casa-.

Harto ya de brozas y de zarandajas...
Harto de quitarme el barro salpicado
-de tus correrías/...-
de los ojos, zapatos, botas de goma/
Voy por esta calzada de empalamientos
procurando no caer...

Y te veo/te acecho sentado
-tomándome un descanso justo-
junto al mojón que separa nuestros cuerpos
de la grieta/fisura de la finca
del desamor...
Donde aparece grabado un número
con caracteres romanos
para devolvernos a la gran manzana/
de nuestra ciudad...
Para lo que todo esto
ya no tiene el menor sentido posible
-ninguna razón de ser-.

Y entonces es cuando más me gustas...
Porque ya no entiendo
       ni siento nada/

* Publicado anteriormente 18/ABRIL/18



3 comentarios sobre “Hablas…

  1. «Hablas… como si no oyeras. x+
    Te sellas como el caracol
    en el hueco de la pared/
    al tronco seco de nuestro árbol…»

    Amigo Lucio:
    Tu primer verso me ha impresionado, por lo certero con mis pensamientos; si bien no puedo dejar de preguntarme si seré yo el que se cierra como ese caracol…?. Magnifico pensamiento el tuyo.
    Un abrazo.

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